Arica, Chile, finales de la década de los setenta. Alberto Vásquez es mestizo, hijo de padre aimará y madre campesina del sur del país. Sufre la discriminación y la soledad en su escuela, mientras se corre la voz de que Perú invadirá el territorio ariqueño antes de que se cumplan los cien años del asalto y toma del morro. Un compañero de curso, Gustavo Carrasco, también sufre las burlas y menosprecios por su condición racial pero, a diferencia de Vásquez, responde a los insultos con puñetes. Por esta razón su madre lo cambia de colegio.
Al crecer, Vásquez y Carrasco mantienen amistad. El país vive los sinsabores provocados por la dictadura de Pinochet. El padre de Carrasco comienza a prosperar económicamente, según dicen, por causa del tráfico de droga. En ese tiempo, cuando ambos van en séptimo básico, el amigo de Vásquez se enamora de Ivonne, su ex compañera de curso. Le dice a Alberto que le lleve cartas anónimas que él redacta por las noches. En la gran encrucijada, pues Vásquez también está enamorado de la misma chica, éste comete la gran traición de su vida: hace pasar a su nombre las cartas de su amigo.
Años después se encuentran, específicamente en el año 1988, cuando el país vive uno de los procesos más complejos de su historia. Se encuentran en una reunión clandestina; Carrasco lidera un movimiento secundario de carácter revolucionario que propugna la reivindicación de los pueblos indígenas. Juntos viajan a Tacna a entrevistarse con revolucionarios maoístas, cruzan el altiplano trayendo armas, redactan un itinerario de transformaciones sociales, apoyan la salida de Pinochet mediante protestas y publicaciones secretas, viven el romance de las revoluciones.
La novela termina con la reflexión nostálgica de Vásquez, diecisiete años después del asesinato de Carrasco en manos de la CNI y cuando vive en Santiago, lejos de toda lucha, casado con Gianina, segunda del movimiento secundario. Es reconocido en un acto por un par de colegialas (quienes en una antigua foto le ven a un costado de Carrasco) e invitado a liberar un discurso sobre el movimiento, cuya historia casi secreta en los anales de la historia, es rescatado por un grupo de dirigentes estudiantiles santiaguinos. Son ellas las que le convencen a contar su experiencia con la declaración: “los sueños no mueren, sólo invernan, esperando el momento de un nuevo sol”.
Al crecer, Vásquez y Carrasco mantienen amistad. El país vive los sinsabores provocados por la dictadura de Pinochet. El padre de Carrasco comienza a prosperar económicamente, según dicen, por causa del tráfico de droga. En ese tiempo, cuando ambos van en séptimo básico, el amigo de Vásquez se enamora de Ivonne, su ex compañera de curso. Le dice a Alberto que le lleve cartas anónimas que él redacta por las noches. En la gran encrucijada, pues Vásquez también está enamorado de la misma chica, éste comete la gran traición de su vida: hace pasar a su nombre las cartas de su amigo.
Años después se encuentran, específicamente en el año 1988, cuando el país vive uno de los procesos más complejos de su historia. Se encuentran en una reunión clandestina; Carrasco lidera un movimiento secundario de carácter revolucionario que propugna la reivindicación de los pueblos indígenas. Juntos viajan a Tacna a entrevistarse con revolucionarios maoístas, cruzan el altiplano trayendo armas, redactan un itinerario de transformaciones sociales, apoyan la salida de Pinochet mediante protestas y publicaciones secretas, viven el romance de las revoluciones.
La novela termina con la reflexión nostálgica de Vásquez, diecisiete años después del asesinato de Carrasco en manos de la CNI y cuando vive en Santiago, lejos de toda lucha, casado con Gianina, segunda del movimiento secundario. Es reconocido en un acto por un par de colegialas (quienes en una antigua foto le ven a un costado de Carrasco) e invitado a liberar un discurso sobre el movimiento, cuya historia casi secreta en los anales de la historia, es rescatado por un grupo de dirigentes estudiantiles santiaguinos. Son ellas las que le convencen a contar su experiencia con la declaración: “los sueños no mueren, sólo invernan, esperando el momento de un nuevo sol”.
Puedes pedir esta novela en formato digital en el email: robertoflores77@hotmail.com
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