Luego
de visionar el filme nacional “Morales, el reformador”, dirigida por el
cineasta Víctor Cubillos y protagonizada por Víctor Montero, el día de su
estreno comercial, me he visto en la obligación de comunicar a la opinión
pública lo siguiente:
La
producción guarda similitudes notables e inequívocas con mi novela titulada “El
Héroe” (o cómo reivindicar el alma nacional) escrita el primer semestre de 2001
y publicada por Edebé en junio de 2003. Estas similitudes tienen relación con:
1. La configuración del protagonista, el
ciudadano alienado que, viendo el estado de cosas de su ciudad, decide ser
héroe, haciendo justicia por sus propias manos. Los caracteres violentos e
impositivos son comunes en ambos casos.
2.
El uso de humor negro y críticas ácidas a la sociedad. Tanto en la película como
en la novela, esta característica es vertebral.
3.
Los espacios o ambientes que sirven de escenario: micros, calles santiaguinas,
sala de clases, sede social, Paseo Bulnes, Paseo Ahumada, Plaza Italia, entre
otros.
4.
La existencia de una joven de características angelicales pero con cierto rasgo
promiscuo, Susana y Lulú, en el filme y la novela, respectivamente.
5.
El desarrollo de los acontecimientos: de ser individuos desconocidos, ambos se
transforman en un fenómeno social con adhesión de multitudes toda vez que van cumpliendo
las tareas que se proponen al inicio de las respectivas historias.
6.
Morales, luego de ser consagrado como paladín, es catalogado por Tati Pena como
“héroe y justiciero”. En la novela ambos son los apelativos que la opinión pública otorga al protagonista que
carece de nombre propio.
7.
Episodios del filme que refieren a diálogos o referencias aparecidos en la
novela, cuyo contenido se acercan casi textualmente a la misma:
a)
Luego de la primera escena, Morales con voz en off refiere a que la gente es
fácilmente manipulable. Agrega: “yo les mostraré el verdadero camino”. Los
primeros días de labor, en la novela, el protagonista, luego de ver unas
paletas publicitarias pagadas por un grupo cristiano señala: “Nadie asume la
justicia en mi país. Sólo este pecho (…) Ese camino es el correcto”.
b) En la escena de la película en
que Morales atrapa a un tipo que roba un televisor, lo conmina diciéndole que
si consideraba que eso era un artículo de primera necesidad. En la novela, unos
asaltantes que cargan un televisor, son increpado por el protagonista que le
dice: “- ¡Imbéciles! – les grité- ¡Así que robando para darse lujos!”.
c)
Cuando Morales y Susana toman helado en su primera salida, ella es quien toma
la iniciativa de darle la mano a él. En la novela el narrador indica: “Ella
(uso este pronombre ya que no me acuerdo de su gracia) pidió tomar mi mano”.
Claramente el primer paso lo toman ambas.
d)
La noche en que conversan Morales y Susana en su habitación, él señala: “Yo soy
diferente, te respeto a ti y a tu cuerpo”. En la novela, el protagonista,
frente a la incitación de la chica él le señala: “(Le dije) que la quería, pero
no quería empeorar las cosas. El sexo es un buen siervo, pero un insoportable
amo”. Ambos justicieros optan por la
castidad.
e)
En la misma ocasión, Morales le dice al finalizar la velada: “Ahora te llevo a
tu casa, mañana tengo trabajo temprano”. El “Héroe” de la novela: “Te voy a
dejar, fueron mis últimas palabras”.
f)
Morales castiga a un niño que se burla de un compañero peruano. El Justiciero
de la novela castiga a un obrero que se burla de un mozo peruano.
g)
Morales encara a una chica de bikini que se “vende” por dinero, en una piscina.
El Justiciero de la novela encara a una chica de un café con piernas
básicamente con las mismas expresiones.
i)
Morales le señala a Susana, su pretendida: “podríamos ver una película de Raúl
Ruiz”. El Justiciero de la novela le regala una tarjeta con un poema de Juan Luis
Martínez. Nótese los gustos artísticos de obras inorgánicas y vanguardistas en
ambos.
j)
En la oficina de Morales, ubicada en un edificio, uno de los afiches dispuestos
tras el escritorio corresponde a fotos con manos abiertas. Dicho concepto sirve
de base para la portada de “El Héroe” (o cómo reivindicar el alma nacional),
que sugiere el instante en que el protagonista se cubre el rostro para no ser
reconocido.
k)
El paseo por Plaza de Armas, la foto en el caballito de madera presentado en el
filme, se asemeja y evoca el episodio en que Justiciero y Lulú pasean por el
Zoológico y juegan a imitar a los animales.
l)
En la película Morales ajusticia a un hombre que practica violencia
intrafamiliar en el segmento ABC1. En la novela, el Héroe ajusticia a un hombre
que practica violencia intrafamiliar en el segmento E.
ll)
Al inicio de la caminata por el Paseo Bulnes, donde se emplazaba la antigua
llama de la libertad, Morales refiere la animadversión entre O Higgins y
Carrera, citando el lema de nuestro escudo. En la novela en dicho escenario se
muestra la animadversión de Carabineros de Chile y la Policía de
Investigaciones con una gresca de proporciones.
m)
En las palabras finales de Morales, éste concluye que los cambios se construyen
a partir de las responsabilidades individuales. El Justiciero de la novela
señala: “Los políticos y los caudillos piensan que el mundo va a cambiar desde
arriba. Falso. Las revoluciones empiezan dentro de las personas”.
Estos
puntos, surgidos de un visionado no técnico del filme, dan luces del notable
parecido entre ambas obras. Y, si bien es cierto, en prácticamente todas las
noticias o entrevistas se ha hecho mención que es un remake de una cinta
alemana, este único dato no constituye, per se, argumento
suficiente para rebatir lo categórico de lo antecedentes expuestos.
Anuncio,
por lo tanto, que se procederá a agotar
instancias para determinar si hay un ánimo de transgredir lo relativo a Ley de
Derecho de Autor y Propiedad Intelectual, invitando a la Opinión Pública a
hacer un juicio individual, confiando en que ella dará razón al malestar que ha
motivado la presente comunicación.
Atte.
Roberto S. Flores Salgado
Escritor
Puente Alto, 27 de septiembre de 2013
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